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Javier | Javier | |||||||||||||
Iñaki | Iñaki | |||||||||||||
Paco | Paco | |||||||||||||
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No consigo ver los tilos y fresnos con nitidez. Intento comprimir esta pena para que no se me escape ni una lágrima, pero no puedo. Quiero sentir con alegría la posibilidad que me ofrece la vida de percibir la luz, la luz de primeros de marzo como decía ella; notar en el aire, en los olores, que se acerca poco a poco la primavera; que mis retinas se llenen de este color azul intenso de cielo, del rojo teja de las casas que me rodean, del blanco de los almendros de la otra orilla; que mis oídos se relajen con los graznidos de los patos, el gorjeo de los pájaros y el canturreo de las ráfagas de aire que vienen frescas de las montañas cercanas; sentir la paz de estos cisnes que navegan por las aguas del río siempre en pareja, como en una danza nupcial, uno junto al otro como yo hubiera querido estar contigo.
«Tengo las llaves de su casa en el bolsillo de mi chaqueta, lo he comprobado de forma obsesiva muchas veces desde que me las entregó la madre. Me da miedo que desaparezcan como lo ha hecho ella. ¡Son mías!, ahora son mías... Ya sé, Berta. Debo relajarme... Que sí que todavía no puedo entrar, ese Paco está todavía allí... ¿Tienes idea de hasta cuándo?... He llegado a pocos metros de la casa, no he podido remediarlo. Dejé el coche aparcado junto a la casa de la madre y caminé hasta allí. Miré las ventanas... Durante largo rato estuve observando. Al final los vi: a él y a la niña. ¿Por qué no puedo mirarla, dime?... No puedo mirarla, no. Me siento mal, tengo miedo y no comprendo por qué... Miedo de quererla por ser su hija, puede ser. Miedo de quererla cuando ya no tiene remedio... No, no me he acercado a ellos. ¿Cómo iba a hacerlo? Simplemente les he observado. Es un chulo, en los andares, en la forma tan escandalosa de hablar... No, no es que hable mal, el problema es que habla muy fuerte y con mucho acento. Se le escucha a distancia, no es nada discreto... La casa ha quedado sola. Vacía. Me hubiera gustado subir. Estoy deseando que se vaya para hacerlo. Entrar y sentirme más cerca de ella... Berta, por favor. No me estoy volviendo loco... Sí, sufro, pero ¿qué puedo hacer?... ¿Olvidar?, ¿olvidar?, acabo de darme cuenta de que la amaba y pretendes que ya mismo la olvide... Sí, lo sé... Ella no volverá, lo sé, no hace falta que seas tan dura... Lo sé... Déjame, por favor. No soy masoquista, no lo soy... Ya se me pasará con el tiempo... No te preocupes, desgraciadamente no tendré más remedio que intentar olvidar, pero ahora no puedo, todavía no puedo... Tú no tienes la culpa, has hecho bien en recomendarme para que lo organice todo... ¡No, no!, te equivocas, tengo que hacerlo, tengo que pensar en ella, leer todo, saber todo, ¿no lo entiendes? Es la única forma de que se aplaque esta angustia... Siento que no lo entiendas, creí que estabas de mi parte cuando me contaste lo de la madre, que me comprendías... Pues no te arrepientas... Estate tranquila por favor... Tengo que olvidar, lo sé, pero dame tiempo. Tiempo, eso es lo que necesito...»
Copyright © | Edith Checa, 1995 |
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Por la misma autora | |
Fecha de publicación | Febrero 1999 |
Colección | Narrativas globales |
Permalink | https://badosa.com/n052-j10 |
Me llama sobre todo la atención, en una rápida, fragmentaria y desordenada (?) lectura, la nitidez del texto. La capacidad de los fragmentos para insinuar partes decisivas de la historia. Lo cuidado de la edición (para lo que se estila por estos pagos, un lujo). Y lo cercano de la experiencia que se narra.
Seguiría leyendo, pero son las 6:18 de la mañana; la lentilla de mi ojo izquierdo es como un pulpo mucilaginoso, y además, mañana (¿hoy?) tengo tareas... Pero prometo volver, para quedarme hasta el final. De momento, te (me) doy la enhorabuena: ha sido un placer descubrirte.
Hacía algún tiempo que no sentía la cercanía de una historia, y Edith me la ha hecho sentir, no sólo eso, sino la maravillosa sensación de que, afortunadamente, siguen existiendo pinceladas de innovación en este intrincado mundo de la literatura; un nuevo soporte no llega a ser innovador sin una historia que subyugue, y ésta lo consigue...
He leído esta novela dos veces, me impresionó muchísimo, hasta que he decidido traducirla. Soy rusa, vivo en San Petersburgo y estudio el español. La traducción casi la he terminado, lo único que quiero es que mi familia y mis amigos puedan leer esta novela también, porque de verdad que merece la pena hacerlo.
No había leído una novela de este tipo y me impresionó. Las tres historias se pueden leer perfectamente aparte pero creo que el orden sí se debe llevar y me parece que sería bueno que se aclarara eso al lector.
Me gustó mucho la manera de mostrar los sentimientos de cada uno aunque considero que se debió definir un poco mejor a cada personaje porque al final parece que hablan igual.
Es una excelente novela y me ayudó a pasar un día en mi trabajo mucho más constructivamente que otros tantos.
Estoy estudiando los hipertextos en profundidad para mi doctorado. Es una historia que empieza por el final, por la muerte de la protagonista y narra los sentimientos que produce esta muerte en tres hombres importantes en su vida. Bien, es un comienzo, cuesta mucho leer un hipertexto entero. Otro día más, dejo aquí lo que en un libro impreso sería mi separador.
Me gusta el formato y tamaño de letra que ha elegido la autora, es cansado para mis ojos anclados en la era Gutemberg leer en la pantalla del ordenador y este hipertexto es cómodo, también me gusta su narración poética y la traslación de meterse en el pensamiento de tres hombres importantes en la vida de una mujer. ¡Felicidades, a por otro hipertexto!
Psché, yo y mis amigos con unas copas de más en el sábado noche se nos ocurren historias mucho más originales de ésta, que tiene cualquier mérito menos la originalidad.
Realmente estuvieron buenas estas palabras. Qué ganas de haberle dicho esas palabras en el momento adecuado. Pero al fin las he encontrado y me he emocionado hasta las lágrimas. Creo que tomaré prestadas algunas frases que no supe decir en aquellos momentos. Seguiré leyendo.
Sencillamente extraordinaria. Me fascina la técnica de lectura no lineal, creo que a esto lo llaman hipertexto. Felicitaciones por todo.
En la última parte, la de Javier, he llorado como no lo hacía desde hace mucho tiempo. Tal vez porque me ha ido preparando emocionalmente con esos versos tristes durante todo el relato, desde Paco, pasando por Iñaki, hasta Javier... como si fuera el trayecto de una vida hacia la "felicidad". Muy buen relato.
Me gusta la forma con la cual el autor expresa cada idea, cada sentimento y cada sensación haciendo que el texto adquiera algo distinto a los demás y la forma en la cual se mezclan las ideas formando algo distinto.
Me gustó mucho ya que este tipo de lecturas son muy interesantes ya que no nada más vez la versión de un personaje si no muchos personajes mas. también es muy bueno ya que, puedes ver cualquier capitulo o fragmento y sigue teniendo el mismo sentido por que hablan de una idea central, que en este caso es la muerte de una persona, sea donde sea el capitulo que leas si le vas a entender, mientras que en los libros no puedes hacer eso. EXCELENTE!!!! ME ENCANTÓ EN VERDAD!!!!
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