- Liberty City
- Por Lorenzo Silva
- Cuento • 3.295p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Julio 2001
Publicamos un relato del escritor Lorenzo Silva (Premio Nadal 2000) sobre un encuentro en Nueva York entre un hombre y una mujer que se conocen a través de la sección de anuncios clasificados. Este texto formaba originalmente parte de su novela El ángel oculto pero el autor decidió descartarlo en la versión definitiva.
Este título también está disponible en formato de libro electrónico para MS Reader.
¿Tienen las mujeres tres edades?
«Para ser franco, tengo que empezar por reconocer que aquel diciembre no me encontraba en mi mejor momento. En pos de la nada caminaba por las avenidas nevadas de Nueva York...»
Claves: noche, momento, sitio, ciudad, anuncio
Navegando, por casualidad, me topé con Liberty City. Me gustó. Publiquen más.
Jaime Lagos
Qué lástima... resulta tan breve. Yo llevaba años soñando con una mujer así.
Pablo
Del señor Lorenzo Silva he leído La flaqueza del bolchevique, algún que otro relato breve, y una novela pseudopoliciaca que, lo confieso, no pude terminar porque se me caía de las manos. Creo que es un escritor bastante mediocre y del que sorprende que sea tan publicitado. Su manejo del idioma es torpe y muy limitado, y su visión de la realidad es de una simplicidad casi de adolescente. Nada que ver con los buenos y grandes autores casi desconocidos que estoy descubriendo aquí en Badosa.
Mi saludo más cordial a los responsables de la página, que me parece magnífica.
Rafael Rodríguez
Con respecto al comentario anterior sobre Lorenzo Silva, no puedo estar menos de acuerdo. Este autor tiene una obra muy poco promocionada, tesoro oculto para iniciados en la literatura más verdadera. Elegante y misterioso, se trata de La sustancia interior que recomiendo vivamente a todos/as. Saludos.
Peterpor
Soy una chica de 16 años, me gusta mucho leer, y Lorenzo Silva va a venir a mi instituto para que los alumnos le conozcamos y podamos comentar sus obras.
Ahora estoy leyendo El ángel oculto y aunque aún no lo he terminado me parece que es un gran escritor al que me ha agradado conocer a través de sus libros y dentro de poco en persona ya que escribe libros que son los "libros adicción" ya que comienzas a leerlos y te picas. Amablemente,
Alejandra
Me ha gustado. El retrato de los personajes es perfecto. Espero ver algo más de este autor. Gracias.
Marta
¡¡¡Viva Lorenzo!!! No conocía este texto, tengo todos sus libros... releídos, los regalo continuamente. Tiene su propia página web: www.lorenzo-silva.com, os la recomiendo.
Cristina
- En noches como ésta
- Por Evelyn Aixalà
- Cuento • 6.907p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Octubre 1999
El amor, a diferencia de la energía, se crea y (se) destruye. En este relato a dos voces, la periodista Evelyn Aixalà narra la historia de un amor devastador.
Relato incluido en Nocturnos, primera antología de la mejor narrativa publicada en Badosa.com.
«Le dije que no me apetecía besarle. Era mentira, pero creí que no debía ceder tan pronto. Me provocó placer ver cómo se borraba de su rostro esa presumida sonrisa de triunfo. Me sentí poderosa aunque sólo fue un instante. Luego me inquietó la idea de no volver a verlo jamás...»
Claves: nunca, ojos, años
Es una obra con buena narrativa. Sin embargo carece del uso de guiones que permiten al lector identificar el cambio de interlocutores. El final es indeterminado, pero satisface el gusto de paladear una historia con fondo y realidad. Felicito a la autora por su necesidad de establecer realidades y mostrar esquemas de juego que constantemente están alrededor de lo cotidiano. El uso del vocabulario es bueno y fino, bastante fluido. Gracias por compartir con nosotros la magia de la escritura y hacer con ello la posibilidad de transportar y empatizar con sus personajes.
Guadalupe G. Lemus
Magnífica..., conmovedora..., cautivadora y conductora a la reflexión...
José Hernández
Recordé un libro viejo de los 60, John and Mary, en los que a contratiempo van hilvanando una historia de amor separado. Creo que la narrativa es muy madura y llena de realidades, que no podrían ser inspiradas sin tener por lo menos una referencia específica para crear el insight en el lector. Felicidades,
Rogelio Félix Flores
La vivencia como mujer es lógica, pero la respuesta masculina muy acertada. Se lee con interés. Es de desear que hayan otras obras de esta autora, siempre y cuando tengan un nivel semejante. Salut i tenis-sala,
Enric
És hàbil, fragant, autèntica
Quin Calvari
La verdad me encantó. ¿Cómo pueden perdurar en el tiempo el amor y el odio a la misma vez? ¿Cómo esto puede darnos placer? Esta historia me ha puesto la piel de gallina. Fascinante. ¡Gracias por compartirla! Saludos.
Ana
- La vida vecina
- Por Dimas Mas
- Cuento • 18.785p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Noviembre 2004
Una niña investiga a sus extraños vecinos. Publicamos en tres partes el extenso relato en forma de redacción escolar sobre el mundo fantástico que se esconde al otro lado del rellano. Por Dimas Mas.
«A eso de las ocho y media, papá y mamá se despidieron de mí, me repitieron la lista de consejos para cuando me quedo sola, que ya me sé de memoria; me dijeron que me llamarían para ver cómo iba todo, y que cuando me entrara el sueño me acostara, que ellos no sabían a qué hora se podrían “escapar” de la cena, así dijo papá...»
Claves: madre, casa, nada, todo, seño, verdad
Yo soy uno de los admiradores que tiene el placer de conocer en persona a Dimas Mas, aunque mi pasión por él no se inició con sus textos, sino con su presencia. Supongo que si él pudiera ver esta opinión por el nombre sabría rápidamente quién soy. Es el mejor profesor que he tenido en la vida, que me abrió un abanico de intereses por mis hasta entonces desinteresados pasos (productivos y como lector) en la literatura. Cuando dejé el instituto en el que me daba clase, siempre dije que él fue la peor perdida. Eso sí, al tiempo que perdí con este mentor la vida diaria como alumno-maestro, gané la relación de amistad, la cual espero no perder, aunque se nutra de momento de un par de días al año en el que compartímos, como él mismo me dijo, igual pasión por el cine.
Pau Perramón
A diferencia del anterior comentarista yo no conozco a Dimas Mas. A través de un amigo común que bien podría ser el anterior comentarista llegué aquí sin saber qué me iba a encontrar y la verdad es que ha sido un descubrimiento, un regalo para la imaginación. Cómo desentraña la "cotidianeidad" de unos vecinos y un rellano de escalera en las que todas las familias están separadas pero unidas aunque no lo quieran. A mí me ha descubierto a mis propios vecinos. Yo creo que nos empeñamos en conservar nuestra vida tras las paredes de nuestra casa sin saber que estamos todos expuestos a todos. Así que un excelente a este relato de Dimas Mas. Y esperaré más. (El nombre del amigo común: Pauli.)
Desi Onievas
Me parece que sus obras, además de originales, tienen la gran virtud de saber utilizar la palabra y la puntuación de una forma muy precisa. Quizá pueda parecer difícil pero a mí me parece admirable.
Fuensanta Costa
Una perla, la he leído casi sin pausa, deseando más.
Soledad Arocena
me a gustado la historia por lo ultimo :D era muy buena parecia que era Maircia que escribia la historia i era Carlos
Naidel
ami me a gustado el libro porque me gusta como se cuenta el libro
juan carlos tu papi Bn lindo
A sido un cuento muy bonito asido fantastico y muy imaginativo me encanto mucho.
Laila
ma agradat molt es super interesan. Este cuento ma gusta mucho por el padre se parese mucho al mio i he aprendido una leccio que niadie es perfect i si casar pa comer no es robar es por nesesidad.me a dado pena cuiando le an dicho que no iva a ir al colejio.tienes una imaginacio espectacular.
mohamed
me a encantado, es un libro muy interesante, me gusta como la protagonista se expresa en cada situacion.
Núria Santamaría Rodríguez
Me encanto lo inesperado de esta historia lo de que pepinillo escrivia la historia i parecia que la escrivia Marcia.
naidel
radomir
esta obra es muy buena me gustaria ser como tu te habra costado mucho hacer este libro tan maravilloso alos de mi classe les encanta este libro bueno creo que no ha todos eres un editor muy bueno tienes que hacer otro libro a diferencias del otro que lei este fue el 2segundo que me gusto mas el primero fue el de la fletxa negra tienes que hacer otro libro la fletxa negra 2 esa es mi opinión.
felix
Me parece que sus obras, además de originales, tienen la gran virtud de saber utilizar la palabra y la puntuación de una forma muy precisa. Quizá pueda parecer difícil pero a mí me parece admirable.
Anónimo
La verdad es que esta historia no he entiendo nada.
Randell Fernandez
Ami me gusta esta historia por que tiene muchas coses de aventures, escriben las coses de una historia de un alumno i de un professor i otra de unos amigos de un chico i de una chica i otra de la conversa de la madre i de su hija.
Fahia Rahman
No me a gustado. gracies.
Fahad
me ha gustado porque era bonito.
selma
M’ha encantat aquesta historia , estem en un institut tenim entre 12 o 13 anys i hem llegit aquest llibre tots el dies. Dimas Mas es un escritor de primera.
Melisa
Aquet llibre no m’agradat vastan per que per mi era avurit i solament el personatge Seño,
Ahlam
Este libro es FANTÁSTICO. ¿De dónde saca tantas ideas? ¡¡¡Me gustaría conocerle!!! ;)) ¡¡Es usted mi ídolo!!
Anónimo
Me ha gustado mucho el libro porque me encanta cómo se expresa la protagonista y poder entender el relato del libro y aprender una lección.
jhoel wilder
- La milonga
- Por Antonio Libonati
- Cuento • 690p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Junio 2007
Día de baile. Este nuevo relato de Antonio Libonati obtuvo una mención en un concurso de Junín (provincia de Buenos Aires).
«Lo único que sabía de él era que se llamaba Pedro, y ahora, por la Chola que vivía enfrente, que se le había muerto la madre la semana anterior. No pensó que ese sábado viniera a la milonga. Ella imaginó bailar con el Rodolfo, que, aunque le gustaba menos, estaba chiflado por ella...»
Claves: baño, traje, saco, ritmo, cuchillo
Me encanta, cuando se adivina la cuestión y me chifla como Rodolfo y cuchillo comparten el artículo "el" en la última frase. Felicidades,
Nazaria Frida
Es de lectura ágil, hace que el lector apure la vista para llegar a ese final inesperado, tan malevo y muy bien resuelto. Muy bueno,
Nancy
- Liberación
- Por Claudio Zulian
- Cuento • 494p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Mayo 2002
«La cita es en los juzgados nuevos, al mediodía. Los invitados acuden en pequeños grupos presurosos con la ropa calada por la lluvia menuda, se reúnen en el atrio, intercambian saludos y presentaciones...»
Claves: casa
- Florida
- Por Jorge Gómez Jiménez
- Cuento • 2.536p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Septiembre 2002
Solamente persiguiendo una ilusión puede vencerse la rutina cotidiana. Un relato-chorro del venezolano Jorge Gómez Jiménez.
Con posterioridad a su publicación en Badosa.com, este relato obtuvo el primer premio en el X Concurso Anual de Literatura del Núcleo Maracay de la Universidad Central de Venezuela.
«Has estado atenta toda la mañana al fax, inventando excusas pueriles para levantarte y acercarte hasta el aparato, inventando conversaciones de pie junto al aparato, acariciando con fingida despreocupación su negra bocina...»
Claves: rosa, licenciado, hombre, poemas
- Matrimonio y mortaja
- Por Georgina Wilson González
- Cuento • 1.312p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Mayo 1999
La mexicana Georgina Wilson González nos envía desde Estados Unidos este cuento doméstico sobre un matrimonio que comenzó mal.
«Como una o dos veces al año, tengo la mala suerte de sufrir dolores menstruales. Entonces me acuerdo de nuestra boda, arruinada por los calambres y la angustia por manchar el vestido. El matrimonio empezó mal, no lo niegues: desde mis hormonas adelantadas y tu consecuente mal humor por no poder ejercer tu derecho de recién casado, hasta la tromba que nubló los cielos y encrespó el mar durante la luna de miel...»
Claves: vestido, pagar
(¿Por qué, en el recuadro de la dirección de e-mail, me piden que teclee con cuidado? ¿Temen que les estropee las instalaciones?) El cuento de Georgina me parece muy simpático, irónico y nostálgico a la vez; una pequeña historia muy bien contada. Ya le envié mis plácemes. Suerte.
Francisco Manuel Herranz
Me ha gustado. Es realista con una ironía muy sutil. Me encantan las reacciones de los hombres ante la «nueva mujer». Desearía recibir información sobre este tema.
Encarna Hernández
Pienso que es una obra bastante fresca y llena de realidad. Algo cotidiano y nada extraño. Me gustó mucho porque es algo de lo que no necesitas inspiración. Simplemene sentido común. Gracias a este tipos de obras puedes reflexionar y al mismo tiempo aprender de experiencias ajenas (si éste es el caso), o aprender del mensaje de un artista que piensa, a veces sueña o simplemente nos cuenta lo que ve en el fondo de su imaginación. Algo que te deja un buen sabor... de reflexion!!!
Eduardo Manzanares Santes
Simple, yet full of emotions. A swirl of gray matter and a bit of feminism. I can say I enjoyed this short story and would like to read others from this author.
Douglas McLaurin
Excelente, me encanta como escribes, directo, sin tanto rollo actual, clásico de los que viven en la ciudad.
Irma Palacios
Habré leído seis o siete veces tu relato Matrimonio y mortaja, y la verdad que es agriamente encantador. Yo, a todo el colectivo de feministas de la empresa donde trabajo, lo propago como un dogma de esperanza para muchas de mis compañeras, para que se enamoren de la belleza de las decisiones, para que ensalcen de una manera racional, la verdad de los acontecimientos de la vida y dar vida a todo, hasta el desamor, como tu relato. No habrá una cosa más muerta que el desamor, el egoísmo o la desconfianza en un pareja. Y sin embargo, sacando a la luz la infección, confesándose a sí mismo ante la verdad, queda lo que que queda, la esencia de las cosa. Este relato, si no hubiera sido escrito, hubiera sido una mortaja en la vida del amor.
La verdad que me gusta, porque es la mirilla por donde observamos calladamente el entorno de nuestro entorno. Gracias, Georgina.
Luis María González Arias
Con todo tu sello... y algo más... mi querida Wilson. Un abrazo
Jorge García
Una maravilla de humor y de gracia.
Octavio
- Víctimas
- Por Javier Martín
- Cuento • 705p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Febrero 1996
En este texto de su obra Vida cotidiana, Javier Martín sigue el diálogo interior de una pareja mientras discute.
«Es un por qué lo hiciste y un debiste decírmelo antes. Luego viene ese despectivo siempre haces lo mismo que acaba con una mirada de no tienes remedio. Yo entonces no sé qué decir. Nunca sé qué decir cuando me mira con su mirada de no tienes remedio. Al menos en el primer momento...»
Claves: no, yo
- Tiempo de lavar
- Por Pilar Romano
- Cuento • 797p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Agosto 2006
Un relato sobre infidelidades y maridos descartables de la argentina Pilar Romano.
«No estaba pensando en él. En realidad no estaba pensando en nada, sin embargo su mente, o su alma —quién sabe dónde dormitan estas determinaciones— se llenó de golpe con la decisión de que lo perdonaría. Después de todo, la culpable era ella, por haberse enamorado de un hombre que llevaba en el bolsillo una máscara...»
Claves: espuma, polvo, jabón
Este cuento es el perfecto ejemplo de cómo algo cotidiano pasa al plano de lo fantástico en forma paulatina. En este caso, la distracción, en manos de una escritora, puede dar este milagro. Gracias, Pilar, muy bueno tu cuento,
Emma
Me encantó el cuento, me vi incluso identificada con el personaje, como en esos días tediosos, que tenemos a menudo las amas de casa, en que realizamos las tareas domésticas casi con inercia, con el problema que nos aqueja en la cabeza. Estos "momentos" en que la rutina, precisamente por ser eso, rutina, no nos permite concentrarnos en el quehacer, es magistralmente gradicado por la autora. Gracias por publicarlo.
Carmen Romero Jara
(Esta opinión se refiere al conjunto de la obra de Pilar Romano.) Hola Pilar: Frecuento bastante Badosa y hoy me puse a leer tus cuentos. Me parece que además de bellos, tienen una gran nitidez narrativa. Un saludo afectuoso desde México.
Rosy Paláu
(Esta opinión se refiere al conjunto de la obra de Pilar Romano.) Me gusta la literatura en general. Encuentro en los textos de Pilar Romano lo esencial sin desvíos, un lenguaje claro y buenas resoluciones. Me gustaría seguir leyendo su obra.
Catalina Zentner
- Sólo es un juego (con o sin tablero)
- Por Alejandro Ferrero
- Cuento • 1.877p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Abril 1999
Alejandro Ferrero recrea en este relato el combate de los sexos en un tablero de ajedrez.
«Una tan habitual salida de peones de rey enfrentados no permite predecir el glorioso espectáculo que siempre es lo novedoso. Nada más eso, peón contra peón, Desdémona contra Otelo, mirada contra mirada, un ligero roce que no podrá nunca insinuar nada, miradas torpes al otro lado del tablero, torpes pero sensibles, sensibles al tablero y a las miradas, miradas de hombre y miradas de mujer...»
Claves: mujer, rey, peón, dama
- El invierno
- Por Patricia Suárez
- Cuento • 3.067p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Febrero 2000
La argentina Patricia Suárez relata en este cuento triste el final de una relación de pareja.
«—Me voy —dijo él.Se levantó del silloncito verde de cretona y se alisó el pantalón de corderoy con las manos.
—¿Qué? —dije...»
Claves: no, casa, madre
Al leer este hermoso relato busqué en mi biblioteca un pequeño libro de poesías, de 10 cm por 7, de la autora, Fluido Manchester de editorial Siesta. Siempre me sorprendió esta rosarina, desde que por primera vez leí poesías suyas en Internet. Debe estar orgullosa la web Badosa por albergarla, ya que Patricia Suárez acaba de ganar el premio Clarín-Alfaguara 2003 con su novela Perdida en el momento.
César Bianchi
(Esta opinión se refiere al conjunto de la obra de Patricia Suárez.) He leído varios cuentos de esta autora, los que aparecen aquí, en Badosa.com, y los que ha publicado en otras páginas, y ninguno me ha defraudado. Especialmente me gustó uno de ellos, La bohemia; creo que es magnífico, de una escritora madura y con futuro.
Óscar
- Todas las tardes
- Por Cecilia F. Montero
- Cuento • 549p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Mayo 1999
«Todas las tardes, a la hora en que el sol se despide cambiando el color de la vegetación, Felicidad sube a la colina, que emerge a la orilla como nacida del río. Su andar lleva todavía el rastro de una larga siesta tomada en la terraza de bambú...»
Claves: nunca, ojos, años
Bueno, para empezar, una obra literaria, por lo menos las narrativas, debe atrapar el interés y la atención del lector. El lenguaje debe ser dinámico e incitante. Ambas cosas están ausentes en el texto de Cecilia. Podemos decir a su favor que el lenguaje que usa es elaborado, pero eso no basta. Tengo la impresión de que el texto es un cuadro y no un cuento. Además, debo confesar, lo leí en dos partes, lo cual no habla muy bien de la dinámica del texto en mención. Suerte para la próxima.
Jorge Terán Morveli
- El ojo del cielo perdido
- Por Nicasio Urbina
- Cuento • 5.004p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Agosto 1999
El nicaragüense Nicasio Urbina nos regala desde Nueva Orleans esta narración sobre las incertidumbres del amor y la incomprensión de las motivaciones y los deseos humanos.
«¿Qué es lo que Bonifacio amaba de Carolina? No lo sabía, y temía preguntárselo porque tenía la certeza de que una vez que lo hubiera descubierto el misterio se esfumaría. Eran quizás sus largos y dulces silencios en que se quedaba pensativa, con las manos suspendidas en el aire como si estuviera tocando una escultura...»
Claves: noche, horas
- El nombre y el destino
- Por Carlos Almira Picazo
- Cuento • 4.615p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Diciembre 2008
Aceptación de las virtudes y defectos propios. Un relato de Carlos Almira.
«No me avergüenza decirlo: mi nombre es Fidel Castro, y soy vendedor representante de artículos de ferretería y fontanería.He sufrido mucho por culpa de este nombre; de chico, en la escuela; después, con las mujeres, a las que tras muchas desilusiones, creía haber renunciado definitivamente hasta que conocí a Lucía; y por último, entre mis compañeros y mis clientes. Ignoro por qué mi padre me llamó así, porque murió poco después de nacer yo...»
Claves: madre, maletón
Carlos Almira es un escritor notable. El conjunto de sus tres cuentos publicados hasta el momento es de lo mejor que he leído aquí en Badosa.com. Sólo comento las obras que me gustan, y sus tres cuentos me han gustado. Su escritura, nada aparatosa, es clara y expresiva (la claridad de la escritura suele corresponder a la claridad de las ideas), y la historia es irónica y sincera. Interesa el personaje, bien dibujado, interesa su destino, tan necesario e inevitable a pesar de las reflexiones. Presumo que el carácter del autor es idéntico al de su escritura (nunca un hombre es tan transparente como en el ejercicio de sus pasiones): media sonrisa, fuerte intuición, hedonismo tranquilo, progresiva renuncia a los prestigios de la pura apariencia. No temo equivocarme si aventuro que Carlos Almira es uno de esos escritores que aún rompe páginas, que no duda en recomenzar, que lucha con sus cuentos, que se acuesta con sus cuentos, que los pasea, amplía, reduce, y, sobre todo, simplifica. Lo cierto es que, a juzgar por lo que llevo leído de su obra, no arroja sus narraciones al azar de un desarrollo confuso y arbitrario ni a la indigencia de los desenlaces sorpresa (en el curso de la lectura, yo imaginé un par de esos finales torpes y fraudulentos y el autor, mágicamente, como si los presintiera, los sorteó ambos). En muchas ocasiones, el buen gusto en literatura está hecho de obviedades y sosiegos. Recomendable, no sólo este cuento, sino también los otros dos.
H.Lisonje
- Un café en el «Capriccio»
- Por Orlando Mazeyra Guillén
- Cuento • 1.419p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Septiembre 2009
Vivir es ir contra natura. Poe, Vargas Llosa, Onetti... y el protagonista de este relato de Orlando Mazeyra.
«Soy un hombre de impulsos, seguramente por eso soy escritor. Nunca pienso las cosas. Siempre hago —o escribo— lo que me viene en gana. Y porque me dio la gana: así, de la nada, y tratando de obviar descaradamente todo lo sucedido, tomé el teléfono y marqué ese número memorizado desde la tarde de nuestro primer encontrón en la biblioteca del Instituto de Idiomas...»
Claves: escritor, madre, cosas
... Soy un hombre de impulsos, seguramente por eso soy escritor. Nunca pienso las cosas. Siempre hago —o escribo— lo que me viene en gana...
A veces todos tenemos un poco de impulsivos, nos dejamos llevar por lo primero que tenemos en mente, simplemente actuamos!! Muchas veces esos mismos actos nos llevan a tener los recuerdos más emocionantes en nuestras vidas!!, lo que no quiere decir que sean los mejores, o lo más correctos.
Felicitaciones Orlando, me encantó lo que escribiste. Saludos
Mara
Buena, Orlando, no soy un experto pero esta última entrega me pareció mucho más cuajada, interesante y a la vez desfachatada, me faltan palabras pero si la puedo comparar fue como leer un guión de Woody Allen, felicidades.
Mauricio
Con cada renglón de las obras de Orlando, literalmente me sumerge en la misma llevándome a formar parte del relato. El manejo de palabras y la combinación de versos hace que no tenga la menor duda de que el sr. Mazeyra va a llegar muy lejos. Gracias sr. Mazeyra y por favor siga escribiendo.
Carlos C
Nunca he comentado ningún post... ¡pero este cuento me gustó mucho! La forma en que está escrito te mueve entre las palabras y dan ganas de seguir leyendo ¡y de pronto se acabó! Está redactado de una manera tan rica y tan descriptiva, pocos escritores te pueden transportar de esa manera. Felicidades sigue escribiendo. Ansiosa por leer tu próximo material.
Bren
Muy bueno. Te hace sentir parte de la historia.
Jorge Cardeña
Carajo, tocayo, hasta las palabrotas parecen lindas en tu relato. Por algo te llamarás Orlando. Me declaro su hincha. Felicitaciones,
Orlando Díaz
- Siempre nunca eterno
- Por Alejandro Ferrero
- Cuento • 239p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Enero 2000
Alejandro Ferrero firma este relato sobre el peligroso uso de los cuantificadores universales en asuntos del corazón.
«Un hombre y una mujer descansan desnudos sobre la cama. La mujer abraza al hombre mientras, convencida, recita juramentos de amor eterno...»
Claves: mujer, hombre
- Olor a incienso
- Por Evelyn Aixalà
- Cuento • 2.220p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Abril 2002
Un relato de Evelyn Aixalà sobre una mujer madura que teme la soledad.
«Esta mañana, durante la mudanza, los encontré, intactos como si no hubiera pasado el tiempo, esperando el pincel que nunca pintó sobre ellos. Cuando partí, hace ya muchos años, sabiendo que toda mi vida debía reducirse a una maleta para no cargar con más peso ni más recuerdos de los convenientes, metí dos lienzos, una paleta y un par de pinceles, con la esperanza de poder pintar algún día algo realmente hermoso, como esas mujeres inmaculadas de Rossetti, o un beso largo y entregado como el de Klimt...»
Claves: ojos, tiempo, mirada
Me emociona la intensidad lírica, la forma rápida de hilvanar ideas de una forma que sólo puede lograr el sentimiento profundo de lo que se escribe. Sí, me he emocionado.
Antonio Sánchez Torres
- Perplejidades a flor de piel
- Por Orlando Mazeyra Guillén
- Cuento • 1.124p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Octubre 2009
Reencuentro con la mejor amiga de la infancia. Un relato de Orlando Mazeyra.
«Los que en verdad me conocen —aparte de mis lectores más entrenados—, son muy pocos, pero saben que no soy dado a la vida airada ni a nada que se le asemeje. No soy mojigato ni mucho menos. Simplemente practico, desde la otra vereda, “el vive y deja vivir” o, dicho mejor, el “prohibido prohibir”...»
Claves: puta, vida, cosas
El relato de Mazeyra me parece una especie de metaliteratura. Muy interesante.
Juan Carlos Paredes
Este relato tiene una fuerza increíble, te arrastra a leerlo con avidez hasta el final. Un buen logro.
Álex
- El concurso
- Por Estrella Cardona Gamio
- Cuento • 3.022p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Junio 2003
«Había pasado por seis bares antes de coger el tren casi en el último momento y de poco estuvo que no se la pegó cuando puso pie en el escalón de la portezuela, suerte que los reflejos no le fallaron y de un salto encontróse en la plataforma...»
Claves: niño, tren, mujer, hijo
- De regreso
- Por Livia Felce
- Cuento • 982p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Septiembre 2003
Un extraño cae a la puerta de don Toribio. Un relato de la argentina Livia Felce sobre la traición de una mujer.
«Cuando cayó de bruces había agotado su resistencia. Estaba a unos metros del rancho de aquel hombre cuya fama se conocía hasta el confín de la provincia, donde los esteros hacían difícil el viaje...»
Claves: hombre, rancho, luz
El tipo del cuento publicado es de mi gusto: el lenguaje fue justo sin caer en modismos particulares, por lo tanto, entendible en cualquier nación de habla castellana. El tema: aunque recurrente en la literatura argentina, mencionado como expresión máxina en Martin Fierro, o Giraldes, ella lo trabajó desde el punto de vista al estilo de Juan Rulfo, lo cual me pareció meritorio. Me agradó. Obtuve del cuento sensaciones. Me llegó. Livia Felce regresa,
Jorge A.A. Flores Clerfeuille
El cuento atrapa al lector y lo transporta a otra época. Muy bien logrado.
Rosa
Qué puedo decir. realmente sientes lo que la escritora está relatando, es cruda y triste pero impactante.
Roberto Galante
De casualidad me topé con esta página y leí los cuentos recomendados. Debo decir que éste es el que más me gustó.
Juana Suárez
Taja Livia con destreza y con pasión el escenario mítico de la pampa, y entre los jirones, asoman acompasados en síncopa, como en un tango, las historias (¿o es la historia?), los hombres, los niños, las mujeres, los caballos, las navajas, el cielo eterno de luz dolorosa e implacable, extensiones despiadadas de tierra, atrezzos que antes acariciaron dichosos otros como Homero, Borges, Rulfo, Lorca... Cada hombre conoce sin saberla una canción que insondable, familiar y ejecutora suena en la hora de su muerte, en su regreso.
Juan Carlos Pajares
Respecto a la escritora Livia Felce, tuve oportunidad de leer sus cuentos y mi opinión es excelente. Les pido, si es posible me sugieran una de sus obras para adquirirla en librería, y poder pasar momentos gratos como con sus cuentos. Desde ya agradecida dejando un afectuoso saludo de
Idalina
Está muy bueno. Me encanta la lectura. Esto es fenomenal.
Edwarli
- Drama conyugal
- Por Daniel Alejandro Gómez
- Cuento • 2.906p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Junio 2005
«Un cuento se puede comenzar en cualquier parte. Cuando uno tiene ante sí, como yo en este momento, una materia narrativa, puede moldearla a su gusto, sin el corsé cronológico. Un relato, tan temperamental como lo es éste, ha de ser como un sueño, o más bien, como el recuerdo de un sueño...»
Claves: algo, todo, mujer, hombre, plaza
Acabo de leer Drama conyugal y es lo mejor que he leído en mucho tiempo (y eso que soy una ávida lectora). Su dominio del lenguaje, su fuerza, su visión particular del mundo y capacidad de reflexión... Daniel se merece, a mi entender, una buena campaña de difusión.
María Ripoll
- Notas urbanas
- Por Esteban Lijalad
- Cuento • 2.949p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Marzo 2004
Ocho notas urbanas del argentino Esteban Lijalad entre un prólogo y un epílogo. Un relato sobre redes sociales (y de cómo se enmarañan).
«Mi vieja vive en Salaberrichaga, ¿conocen?, seguro que no. Es un caserío del sur de Santa Fe, recostado sobre una estación morosa, que se conmueve por el paso del tren sólo dos o tres veces a la semana...»
Claves: nota, e-mail, mujer, años
- El día después
- Por Esther Zorrozua
- Cuento • 881p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Agosto 2004
El relato realista de un día en la vida de un inmigrante, por la vasca Esther Zorrozua.
«Tania se ha levantado esta mañana con un regusto a ceniza caliente en su boca. Le ha costado trabajo ubicarse. En esos breves momentos en que todavía el tul del sueño vela la memoria y despliega una barricada de neblina que mantiene a distancia la realidad, acomete las rutinas diarias de forma mecánica: al incorporarse en la cama y retirar el edredón, ha sentido la primera ola de frío y se ha encogido instintivamente. Las postrimerías del invierno madrileño son casi tan gélidas como las de la estepa georgiana, de donde ella llegó hace un par de años...»
Claves: tren
- Corazonada
- Por Aymer Waldir Zuluaga Miranda
- Cuento • 1.408p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Abril 2005
Historia de Marinella y Yorfanis: una historia de corazón. Un cuento del colombiano Aymer Waldir Zuluaga.
«Yo soy Marinella, con doble ele, pero se dice Marinela. Escriba bien. Después es un problema para cambiar los papeles. Mi esposo, por ejemplo, tuvo que hacer muchas filas y enredos para poder sacar lo de la visa, pues en la cédula decía muy clarito: Yorfanis y en los papeles de la embajada le pusieron Yovany...»
Claves: siempre, ojos
- Bienvenidas las sombras
- Por Pilar Romano
- Cuento • 894p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Diciembre 2007
La redención del arte. Un relato de la argentina Pilar Romano.
«Todas las mañanas, al despertarse, abrazaba con fuerza la almohada y le parecía que provocaba algo así como una pícara nube de polvillo astral. Se sentía carente de pasado, enfrentada exclusivamente a la línea delgada de la inmediatez, al punto de que para sentir cierta añoranza, en los días de salida iba a la estación de ferrocarril; los trenes saben provocar por sí mismos inexorable nostalgia...»
Claves: ventana, sonrisa, prostíbulo, modelo, madre, cuerpo
Excelente relato. Lo he disfrutado de verdad. El final es magnífico, un acto de purificación, de alejamiento, de elección de la sombra, un cuerpo que por momentos pierde el rostro y la identidad, y que de ese modo se abre a la posibilidad de otros significados. La descripción del prostíbulo en una sola frase también es de una expresividad aplastante: "algo así como un árbol con las raíces al aire", afirma sobre la casa en cuestión. Precisa imagen de la perversión y del horror. Enhorabuena.
H. Lisonje
Me gusta este párrafo à la Swift: "Hasta que Gladis decidió protestar, rebelarse, decirle que no volvería a acostarse con otro tipo en aquella cama. Y no lo hizo: Valentín la llevó al prostíbulo de la Mecha."
Cuando lo leí me pareció que Zola y Cela no lo habrían hecho mejor a la hora de denunciar con naturalismo y tremendismo este esclavismo que es la prostitución del fuerte sobre el débil; algo en este párrafo resuena en mis oídos ahora con ese tono lacónico y cínico de Eduardo Galeano (por todas sus obras, vide "La escuela del mundo al revés").
Una denuncia se transmite mejor con humor que con seriedad. No hay nada más serio que bromear (incluso con el humor negro).
Ricardo Mena Cuevas
El título me ha llevado a leer el relato que, hasta el final, no he comprendido el por qué de dicho título. Me ha gustado mucho porque pienso que es la realidad de la vida: nos conformamos con lo menos malo cuando sabemos que no tendremos nada mejor. Bienvenidos a la realidad.
Anónimo
(Esta opinión se refiere al conjunto de la obra de Pilar Romano.) Me gusta la literatura en general. Encuentro en los textos de Pilar Romano lo esencial sin desvíos, un lenguaje claro y buenas resoluciones. Me gustaría seguir leyendo su obra.
Catalina Zentner
- Punto y coma
- Por Mel
- Cuento • 1.373p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Agosto 1998
Mel nos envía desde Alicante este relato epistolar en el que describe un matrimonio desprovisto de puntos y comas.
«Hola Juan. Ayer vino a verme tu hermana. Me extrañó mucho la visita. Traía cara de buena y un regalo bajo el brazo que resultó ser un mantón de Manila, uno de ésos que yo tantas veces he contemplado desde el otro lado de los escaparates...»
Claves: tú, yo
- Jugo d’scondit
- Por Dimas Mas
- Cuento • 23.372p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Septiembre 2009
Un extenso relato de Dimas Mas sobre juegos infantiles publicado en cuatro partes.
«Desde que cumplí los tres años, porque antes de esa edad no alcanzo a recordar ni cómo era ni qué hacía ni si siquiera existía, he practicado en casa el jugo d’scondit. Me acuerdo de que fue a esa edad de mi vida, los tres años, porque en aquella ocasión, después de cantar durante un rato más o menos breve —aún no sabía contar, claro está—, oí la campanita que tocó mi padre para que yo supiera que me estaba permitido iniciar mi ronda, a la que me lancé como esos cochecitos que has de mover hacia atrás dos o tres veces para, después, dejarlos ir y que alcancen una velocidad vertiginosa...»
Claves: jugo, scondit, padres, casa
- Todo tiene solución
- Por Orlando Mazeyra Guillén
- Cuento • 1.449p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Noviembre 2009
«Tenías razón, Reinaldo: es una batalla perdida, siempre lo fue, hoy más que nunca estoy de acuerdo contigo. Y precisamente por eso harías bien si no malgastas tu tiempo diciendo que podemos dialogar, que todo tiene solución menos la muerte. Porque ya lo sé todo, acabo de recoger los análisis. Y no me preguntes, agrandando como pequinés excitado esos ojos infames, de qué análisis hablo porque soy capaz de desollarte hasta las gónadas con mi navaja de afeitar. Tú lo que quieres no es conversarme sino distraerme, apaciguarme, y en verdad eso puedo entenderlo pero no es necesario, porque me conoces al detalle y comprendes que esta vez no hay vuelta atrás, ¿o acaso miento si digo que tú sabes de qué pie cojeo y cuál de todos es mi verdadero talón de Aquiles?...»
Claves: todo
Es una historia intensa, contada con dureza, un manejo magistral del lenguaje, sobre todo de la oralidad. Me gustó mucho.
Álex Campos
Excelente relato, muy bien tramado.
Albert
Wau.. sí! muy bueno! fuerte, consistente! No, no pensé que... ala! q tal giro. Siempre con finales perfectos. bien Mazeyra =)
Dafne
- Confesiones de Plaza
- Por Orlando Mazeyra Guillén
- Cuento • 1.307p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Diciembre 2009
«Cuando la lluvia empezó, subí inmediatamente al automóvil y me marché a casa. La dejé en medio de la plaza de Armas, llorando por todo y, a la vez, por nada...»
Claves: ella, hijo
Es una historia hermosa y bien contada. Creo que Orlando ya ha conquistado su estilo: éste es su terreno.
Álex
- Las extrañas cartas para Nicolás
- Por Orlando Mazeyra Guillén
- Cuento • 929p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Octubre 2010
«Empecé a dejar sobres cerrados en las bancas de casi todas las iglesias de Arequipa desde la tarde en que me diagnosticaron esa innombrable enfermedad. Aunque decir «diagnosticaron» no sería preciso, porque nadie lo hizo. Así que desestime esa afirmación, pues se trató simplemente de un examen de sangre al que siempre me resistí: ahora, usted y los aquí presentes entenderán el por qué de mi reticencia...»
Claves: hijo, cartas
- El faquir y la equilibrista
- Por Orlando Mazeyra Guillén
- Cuento • 1.348p • Castellano
- Las excepciones cotidianas / Febrero 2011
«Todos los días, camino al trabajo, siempre me detengo en la ferretería del viejo Nicomedes para comprarle un clavo más.Apenas me ve asomar por el pórtico de su negocio, se agacha maquinalmente y, de entre los estantes más bajos y empolvados, saca uno de esos escuálidos clavos plomizos, especiales para construcciones de cemento; luego le pasa suavemente una franela amarilla y me lo alcanza con un saludo que exuda buena memoria...»
Claves: lienzo, hotel, clavos
El cuento se basa más que todo en un amor poco convencional, en una obsesión y también en la desdicha que tiene el personaje. Al encontrarse con un amor contrariado e imposible. Gracias Orlando por dedicármelo. ¡Saludos!
Álex