Vivir es ir contra natura. Poe, Vargas Llosa, Onetti... y el protagonista de este relato de Orlando Mazeyra.
«Soy un hombre de impulsos, seguramente por eso soy escritor. Nunca pienso las cosas. Siempre hago —o escribo— lo que me viene en gana. Y porque me dio la gana: así, de la nada, y tratando de obviar descaradamente todo lo sucedido, tomé el teléfono y marqué ese número memorizado desde la tarde de nuestro primer encontrón en la biblioteca del Instituto de Idiomas...»
Claves: escritor, madre, cosas
Un café en el «Capriccio»
... Soy un hombre de impulsos, seguramente por eso soy escritor. Nunca pienso las cosas. Siempre hago —o escribo— lo que me viene en gana...
A veces todos tenemos un poco de impulsivos, nos dejamos llevar por lo primero que tenemos en mente, simplemente actuamos!! Muchas veces esos mismos actos nos llevan a tener los recuerdos más emocionantes en nuestras vidas!!, lo que no quiere decir que sean los mejores, o lo más correctos.
Felicitaciones Orlando, me encantó lo que escribiste. Saludos
Mara
Un café en el «Capriccio»
Buena, Orlando, no soy un experto pero esta última entrega me pareció mucho más cuajada, interesante y a la vez desfachatada, me faltan palabras pero si la puedo comparar fue como leer un guión de Woody Allen, felicidades.
Mauricio
Un café en el «Capriccio»
Con cada renglón de las obras de Orlando, literalmente me sumerge en la misma llevándome a formar parte del relato. El manejo de palabras y la combinación de versos hace que no tenga la menor duda de que el sr. Mazeyra va a llegar muy lejos. Gracias sr. Mazeyra y por favor siga escribiendo.
Carlos C
Un café en el «Capriccio»
Nunca he comentado ningún post... ¡pero este cuento me gustó mucho! La forma en que está escrito te mueve entre las palabras y dan ganas de seguir leyendo ¡y de pronto se acabó! Está redactado de una manera tan rica y tan descriptiva, pocos escritores te pueden transportar de esa manera. Felicidades sigue escribiendo. Ansiosa por leer tu próximo material.
Bren
Un café en el «Capriccio»
Muy bueno. Te hace sentir parte de la historia.
Jorge Cardeña
Un café en el «Capriccio»
Carajo, tocayo, hasta las palabrotas parecen lindas en tu relato. Por algo te llamarás Orlando. Me declaro su hincha. Felicitaciones,
Orlando Díaz