Según lo veo, es una forma aplicada de colocar la aceptación del complemento que cada ser representa para los otros, sólo que tomando plena conciencia de ello.
Me ha dejado un buen sabor de Chianti en los labios, pero tal vez no me guste tanto su final borgiano. Esa ambigüedad de ser rana-científico o científico-rana es muy sugerente, pero no contundente. Aun así, me gusta su precisión, su economía de lenguaje.
Me gusta mucho ese tipo de literatura, un buen cuento corto refleja la sabiduría y destreza de un escritor... La rana sabia y Hacia la obra total son dos puertos extremos de la vida que causan incertidumbre, pero es preferible vivir en la respuesta infinita que poseer la verdad (si existe) y morir.