El desarrollo de estos poemas parece regido por una estructura temática y formal que no admite la dispersión: la concisión del discurso, la escueta discreción de lo que se alcanza a decir, que no es sino el rastro de una totalidad que, felizmente, como en agónico éxtasis, deja su rastro en el texto, me parecen atributos de una auténtica poesía. También el esplendor de un lenguaje que deja vislumbrar apenas el objeto porque en una débil vacilación lo muestra para ocultarlo -es así siempre en la poesía-, me resultan atributos que hacen meritorio, valioso, el corpus publicado por este poeta.
No es mucho pero es bonito,