Jesús estaba lejos. Lejos para ser cierto. Magníficos los versos de Ernesto Simón que nos hermanan, en esa complicidad, con el Cristo de nuestra infancia; ese Jesús rebelde, próximo, cercano como el hermano más miserbale, el que más sufre, el más pegado a nuestro sueño de redención.
Me pareció una poesía profunda. Latimada por el paso de los días. Expresa nostalgia y melancolía por lo que ya no vuelve.
Es un poema triste pero profundo cuando pones de ejemplo el sol parece se demuestra el amor ardiente que sientes.
Muy malos y deprimentes. Aclaran perfectamente el estado mental y psicológico del autor. Si realmente existió Ícaro lo quemaria; si Wilde, el mismo Bécquer despertaran, desintegrarían sus escritos. ¡Por favor no escriba más! Es un insulto a la Poesía. ¿Qué poesía?
María Inés, ¿qué escribió ud. que la hace opinar tan altaneramente si es poesía o no? Ernesto Simón no necesita seguramente que lo defienda, y es tan educado que no le dirá lo estrecha que tiene su mente y lo poco que sus ojos pueden diferenciar un soneto de un pedido de supermercado,