Me parece un gran cuento, a pesar de su brevedad. Moderno, cínico, como el tiempo en que nos toca vivir. Su prosa economicista lo hace necesario, bello, cruel y realista. Su ficción, rayana con los avances científicos, hace pensar que el futuro ya nos ha dejado atrás, y que estamos bajo la inquietante sombra del destino incierto por el que se escurre nuestra vida.
"Fantástico" no sólo en su relato sino además en la imagen cruel y de una realidad que desafia todo concepto de valor humano.
No puedo ser absolutamnete objetiva con la obra de Juan Carlos porque la he seguido de cerca. De este cuento en particular puedo decir que refleja su estilo ácido y crítico, reforzado por la contundencia de la brevedad del texto.