Extraordinaria descripción de los hechos, con fundamento histórico y en especial con una prosa que conmueve y hace soñar al lector con las vivencias de esa epopeya. Nos conduce de la candidez a la vibración para estallar en nuestros principios morales, patrióticos y fundamentales. Imperdible.
Al leer este cuento se entremezclan los sentimientos de bronca y alegría por el desenlace. Está muy bien lograda la parte histórica, real con datos ciertos y la fantasía creativa del autor.
Cuando era muy joven, tuve oportunidad de vivir dos años en Bragado, este progresista pueblo del Oeste y cursar allí un año del Colegio Nacional. Entonces se conservaba el edificio del viejo teatro. Libonati en mi opinión, ha escrito un cuento de carácter "costumbrista", con el estilo fresco y detallista que lo caracteriza, sin perder por eso esa garra que nos atrapa y no nos suelta hasta el final. ¡Felicitaciones Antonio! Tres abrazos,
Me encantó el cuento del sr. Libonatti, creo que ilustra por demás ítems, nombres y situaciones que por más fantásticas que sean nos retraen el conjunto del acervo cultural de los hispanoparlantes. Muy bueno,
En este relato el autor logra conjugar el mundo de ese estar en el adentro con la memoria afuera. Transita texturas de una visión, de una realidad en la que estamos inmersos. Y lo hace con humor, con hondura, con una suerte de percepción minuciosa. Destaca sin estridencia el panorama de nuestro devenir narrativo.
Los símbolos. El respeto por el libro. El tratar de interpretar lo que el destinatario del ex libris quiere es todo un logro, multiplicado por el compromiso y facilitado por el saber hacer. El poder de síntesis y el sentido de lo propio que este requiere son muy difícilmente interpretados en particular por no decir que no lo son en general. Antonio ha logrado, una vez más, una serie casi cerrada en sí misma, endogámica. Envidiamos su conocimiento del lenguaje casi críptico requerido y su dominio de la técnica, del tiempo, del espacio, de la textura del papel y permitirse reabrir el camino que cautamente resurge. Diría que ha conseguido caso a caso complementar en armonía el libro al que están destinados.
He leído varios cuentos de este escritor y es realmente muy bueno. Espero que en el futuro publiquen más trabajos del mismo. Aunque de un tono algo romántico, no hay duda de que este relato tiene la intensidad necesaria para hilar hechos históricos, casi legendarios, y enlazarlos en una epopeya pueblerina, digna de la épica latinoamericana.
Excelente cuento del Sr Libonatti, un autor que logra meternos dentro del cuento, sintiéndonos identificados con su personaje o sintiendo que estamos presenciando todo en realidad y no bajo la fantasía del relato. Espero poder disfrutar muy pronto de otro de sus relatos.
Al leerlo creí estar allí en ese pueblo y compartiendo esa noche el espectáculo. Sentí placer y agradezco al autor el momento vivido.
Excelente. Trae a la memoria la etapa fundacional de Argentina, plena de inmigrantes de todas las latitudes, España especialmente, que compartieron con los criollos el fervor por la libertad, bien representada por el vasco y el caballo arisco. Claro y conciso, nos ubica en el escenario con realismo.
Me encantó la pasión del relato, las descripciones de los lugares disparan la imaginación provocando una escenografía histórica perfecta.
Me parece una excelente narración, escrita con conocimiento de hechos pasados y relatada en forma simple, concisa y real. ¡¡Muy bueno!!
Muy emocionante relato ambientado en un escenario real y contado con una pluma fotográfica.
Excelente obra de este importante escritor argentino. Una trama ágil, llena de imágenes y con frescura y espontaneidad. Revaloriza heroicamente un rico pasado argentino. Felicitaciones.
Cuando pase por Bragado me dejaré envolver por la sed de dignidad presente en cada época, por la voz de Constantino que movilizaba a sus vecinos, por el alazán de braga blanca que sigue trotando allí donde las gentes no han perdido su sed de libertad. Gracias, Antonio, por permitirnos saborear un flash de patria.
Debería leerse este cuento en las escuelas secundarias. Está relatado de forma amena despertando el interés de los adolescentes quienes reúyen de las lecturas más estructuradas y con poco movimiento.
Muy bien logrado este cuento, algo extenso, que sin embargo se redime construyendo una metáfora de la República Argentina. País que todavía no ha terminado de derrumbarse, pero, tal como le sucede al Teatro de Bragado, está en proceso de diáspora y derrumbe permanente, mientras una voz estentórea (acaso sea la suma de millones de voces de argentinos cantando) sigue entonando el Himno Nacional. Hay precisión en el uso del lenguaje, lo que hace que el relato sea atrapante y sólido.
Antonio Libonati nos regala un cuadro sumamente documentado, en donde se entremezclan el amor por un teatro, por un pueblo, por la patria y por los símbolos nacionales, encarnados en el Himno Nacional. Ese himno que a todos los argentinos nos llega al alma y que se siente vibrar, imaginariamente, en ese "do" recordado, avivando los rescoldos de una época. ¡Mis felicitaciones!
Éste no es un medio con el que yo tenga muchas afinidades, así que es probable que esto resulte una botella al mar, pues puedo equivocar alguna de las maniobras y esto puede ir a parar a cualquier parte o ser borrado. Quisiera expresar mis sentimientos respecto a la nota del señor ¿Libonati?
Yo no conozco Bragado pero según parece tengo una historia con este lugar que algún día quisiera conocer a fondo. Mi nombre es Elpidio Islas y mi familia vivió en Bragado, mis abuelos murieron allí, mis tíos y mi padre también vivieron allí pero parece ser que por el treinta y pico mi padre se marchó para vover casi cuarenta años después. Desde niño escuché la historia de los Hermanos Islas y de Constantino como parte de mi familia (hecho que no he comprobado). Si el señor Libonati quiere comunicarse conmigo estaré muy feliz de poder responderme a tantos años de inquietudes respecto a mis historias familiares.
Gracias. La nota me emocionó tanto que me hizo escribir esto.
Me emocioné completamente al leer esto. Vivo en la ciudad de Bragado y este teatro es un orgullo para todos los bragadenses. Por suerte este año comenzó su reconstruccion. Gracias por transmitir esa sensación tan extraña que produce al leerlo. ¡Lo felicito, señor!