Soberbio, la sobriedad conteniendo a lo patético; tan estoico (y tan moderno, por la escena del lugar) que me ha recordado al "Heráclito cristiano", de aquel que untaba sus versos en tocino, porque no se los mordieran.
Whitman es el causante de la disputa, pues es el paladín del verso libre en el arte de la Poética; todo aquel que esté contra éste, en consecuencia, estará en contra de los valores que predicaba aquél, i.e. democracia, igualdad, libertad (personal, creativa, de expresión, de forma y métrica). El verso libre explora sus límites, como hace la adolescencia: de ahí que Lorca rindiera homenaje a Whiman en sus versos libres, para luego, en su madurez, rendir pleitesía al soneto quevediano: la edad templa los nervios.
A cada época histórica, corresponde su propio estilo artístico legítimo; cada generación tiene derecho a nacer, crear su estilo, y morir. Nosotros somos hijos de la libertad, de la igualdad y de la libertad: aunque queramos renegar del verso libre, el verso libre somos nosotros.
Los dramas de Shakespeare estaban escritos, en muchas partes claves, en verso libre, en prosa poética. Su musicalidad es innegable y, a menudo, sobrepasan en lirismo a los propios versos de sus Sonetos, que cojean sobrecargados de lirismo.
La mnemotecnia no reside en la rima de los versos, como se ha sostenido por un colaborador: ayuda, pero no siempre. ¿Quién recuerda un Soneto de Shakespeare, o uno de sus versos, mucho antes de haber memorizado, hasta la saciedad, la musicalidad de la conciencia de Hamlet?:
To be, or not to be: that is the question:
Whether 'tis nobler in the mind to suffer
The slings and arrows of outrageous fortune,
Or to take arms against a sea of troubles,
And by opposing end them? To die: to sleep;
El verso es al jazz, lo que el soneto es a un minueto. Ambos tienen sus momentos, ambos son bellos, ambos tienen sus momentos.
molt bo