No me asombra, pero me maravilla. No me asombra, digo, porque conozco (en parte), la increíble, prodigiosa, generosa obra de Luis Alposta. Me maravilla, digo, porque este poeta es como un océano capaz de bañar todas las costas. Puede darse vuelta como una media (como intentó Serrat con Tarrés), y al mirarse por dentro reflejarnos a todos (uno por uno), en el espejo. El que dijo: «Los mutilados y los despreciados / abrieron las ventanas festejando sus alegrías. / Pudieron reír sobre los libros / bailando en el espacio en que las mariposas dejan huellas.» también es el autor de sonetos lunfardos, páginas sueltas, mosaicos porteños a la manera de un Arlt del siglo XXI, observaciones inauditas, creatividad sin límites, porteñeza universal... todo impregnado de poesía. Alposta es un volcán en permanente erupción, que nos enfrenta a un abismo que de tanta poesía, a veces da vértigo. Felicito entusiasmado a Badosa, por este rescate imprescindible.
Luis Alposta representa una poesía moderna bien elaborada, con un profundo contexto social. Agradezco a Badosa poder leer la obra de este hombre. Gracias y saludos.