Me ha gustado mucho el cuento. Especialmente por su fino sentido del humor. Un humor absurdo y amable en la línea de Tono, Mihura o Jardiel. Como ellos, Fidel se vale de la exageración, de las situaciones absurdas pero perfectamente cercanas y reconocibles y del lenguaje sencillo aunque efectivo con finos juegos de palabras para lograr un texto humorístico aunque sin maldad. No caer en la burla fácil, en la reiteración del tópico manido y desgastado o en la ridiculización de situaciones diarias usando el insulto es un logro difícilmente alcanzable y, desgraciadamente, no es algo que abunde en los relatos supuestamente humorísticos que suelen circular por ahí. Y Fidel, con un pase torero, ha lidiado todos esos males a la perfección. Enhorabuena. Ojalá se prodigue más y podamos disfrutar de otros textos suyos.
Sencillamente maravillosa. Funciona al milímetro y dado que se me ha pasado la edad de querer ser de mayor como Fidel, mejor estoy pensando en pedirle un hijo suyo, con perdón. Espero volverme a encontrar algo de la misma procedencia cuanto antes. He recomendado con gran empeño la lectura del texto y me declaro fan arrebatada de Fidel y de Badosa. De veras, enhorabuena, gracias por el buen rato y un saludo cariñoso,
Simplemente extraordinaria. ¡¡Olé Fidel!! Me sugiere un García Márquez en Pamplona. Felicitaciones,
Olé. Sigues en tu línea. Felicidades.