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De profundis

Juan Carlos Pajares Iglesias
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HACE FALTA SER POEMA INÉDITO
para ser libre hasta lo inimaginable
para sentirse de una vez por todas ser inmortal
en el estado huérfano de la perfección
hace falta tener un cuerpo inhóspito
para recordar el futuro cuando se avioleta de presente ocasional
            y las manos como piedras
            y los labios poseídos
            y de los ojos catedrales inexpresivas
hace falta ser golondrina desterrada hasta la escarcha
            árbol talado
            útero inhabitable
sólo ser basta
resonancia del último grito
el reloj marca inamovible el ritmo de las dentelladas
SI NO FUERA PORQUE PESA TANTO
pasarías besos blandos            precisos
por las piedras que cuelgan del cielo
            Recuerdo amar triste en las sedas
            de tanto blanco           remendadas     mordidas
            también recuerdo pensamientos risas de las gentes
                                                                           con tus sueños
            de pequeñas criaturas saltando entre tus dedos
            haciéndole cosquillas al falso espacio que te quedaba
Limpio de baba y lágrimas
                                                        sin horizontes de plástico
indígenas patéticos cabalgando por los armarios
sin espejos        nada           sobre el tiesto
se tiró
                        por la claraboya del desván.
DE TUS OJOS SON TAMBIÉN MIS BRAZOS
te miro desde una esquina y tu sombra es un inciso de catedrales
De tus labios es también mi piel toda
y la recorres en procesión de escarcha
venteándola al aire de tus abrazos como sólo
tú sabes desterrándome al vuelo de espejos altos.
Luego desmadejado en tu vientre me recoges ya de tarde
como de papel charol tus ojos a ráfagas de sombra
como de papel latón mi lengua que corta el raso de tu piel en dos
como la letanía de las agujas y las esferas que encorva las paredes
como el hombre ahogado en las arenas verticales
abrasado de luz que sólo hubiera querido ser sombra
habito los recodos últimos de tus sueños.
EN EL INSTANTE TOTAL EL HOMBRE PUDO HABER SIDO
caballo o planeta
y la mujer alumbró un alacrán
que le abrasó de mordeduras el vientre
y la mujer le amamantó
y le llamó hijo.
EN LA ALUCINACIÓN NOCTURNA DE LA NIEBLA
            reposa el saxo
                       y los silbidos de las tribus
Antes eran
amistades escritas con sangre en los cuerpos
desnudos de las rosas y adolescentes tiernas
amantes de escarabajos
En la alucinación nocturna de la niebla
Ahora son
cuerpos desencajados en las esquinas
con brotes de rosa mordiendo sus alientos
En la alucinación            los silbidos de las tribus
               por fin            reposan
MERECE LA PENA DESCUBRIR TU CUERPO
               sentir cómo palpita
                          se interroga
                                     vuelve
                                               me espera
Merece la pena saborear tus besos
               cómo se adivinan
                          verte volar
                                     pisar la tierra
                                               esperar la mano
                                                         sueña
AHORA NO NIEGO QUE RESULTE Y RESUMA ANATOMÍA ESTRAGADA
ahora es aún más cierto que aleteo
y resulto amalgama furia de plumajes devastados
              yo contrabandista de sentimientos
              yo estraperlista de caricias
              yo legalidad vigente de a contrapelo
              yo por fin verdugo de mis venas y mis versos
              yo hombre ser racimal
Ahora no niego que me aderezo de mis pecados que dicen
y beso con mis plantas que es lo único que me ata a la tierra
las calles y las sillas que a pesar de todo
tiemblan me soportan como ellos porque dicen que me aman
a pesar de que yo también les ame a ellos que es lo peor
que se le puede decir a un hombre
ahora no niego que tengo ojos marítimos y cuerpo de terrores
              yo contrabandista de a contrapelo
              yo estraperlista de mis venas y mis versos
              yo legalidad vigente de sentimientos
              yo por fin verdugo de caricias
              yo hombre ser racimal
Ahora no niego mi naufragio lunático
y que alguna vez pude ser posibilidad de redentor
entonces era cuando viajaba acurrucado en la sonrisa
de la muchacha que me hacía musicar
declaraciones de hacienda e instancias expuestas a ilmos
secuestrados en las urnas electorales como iguanas
... ahora no recuerdo si sus ojos eran verdes...
pero sí recuerdo que todas las margaritas llevaban su nombre
no sé si lloraba o acunaba su tristeza
pero sí sé que visitaba cada lágrima escondida
Y me aderezo de sustancia moldeable y me arrimo a las iglesias
ya no son los tiempos enfundado en tu traje de marino
y los nuevos evangelios con el olor de lo santificado
lo que queda de marino en ti son tus ojos
... eran verdes y en las madrugadas brillaban a intermitencias pardas...
antes éramos dirigibles todos resumidos a la destrucción
ahora no niego que resulte y resuma anatomía estragada
ahora es aún más cierto que aleteo
y resulto amalgama furia de plumajes devastados
Ahora por fin son los tiempos de la legítima deserción.
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Copyright ©Juan Carlos Pajares Iglesias, 1984
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Fecha de publicaciónFebrero 2002
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