—Creo que sé dónde guarda Esteban la muestra de semen de Burán.
Tanto Alicia como Fernando acusaron el impacto; con esa prueba, la situación podía cambiar radicalmente.
—¿Dónde está? —demandó ansiosamente él.
—No estoy totalmente segura, pero me parece que la guarda en un departamento que alquila. Lo averigüé por casualidad, él estaba hablando por teléfono con Juana Artigas, le decía a ella que no se preocupara, que nadie sabía de ese inmueble. Agregó algo que en ese momento no entendí, dijo que «estaban bien fríos y seguros». Ahora supongo que se refería a los espermatozoides.
—¿Sabés dónde queda el departamento? —preguntó Alicia.
—Sí, gracias a una facturación de expensas comunes, vi una en el consultorio, ¿les puede servir?
—Maravillosamente —dijo él—, mire, Estela, si conseguimos el esperma, le regalo tres mil dólares más, independientemente del resultado. Pero falta algo, lo más importante. Está dispuesta a declararlo todo, ¿no? Su testimonio es vital para nosotros.
—¿No es suficiente con los datos que les proveo?, le tengo terror a Esteban...
Alicia intervino:
—Estela, pensá que él igual se enteraría, sospecharía de vos, finalmente se daría cuenta de todo. Creo que te conviene enfrentarlo directamente.
Él agregó:
—No te pedimos que mientas, por el contrario, te rogamos que digas nada más que la verdad. Obviamente no podrás decir que te damos plata, eso sería absurdo. No solamente te perjudicarías vos patrimonialmente, sino que descalificarías tu testimonio. Te escucho, ¿estás dispuesta?
—Tengo mucho miedo, no sé qué hacer...
—Escúcheme, Estela, con diez mil dólares usted comenzará una nueva vida, recuerde que serán trece mil si conseguimos el semen. Independientemente del resultado del juicio, piense en ese chico, en darle la posibilidad de una vida honesta. No permita que Juana y Esteban se burlen de Roberto Burán, y de usted.
—Bueno, que sea lo que Dios quiera, correré el riesgo, ¿qué debo hacer?
Fernando explicó:
—Escuche, el lunes a la mañana, la espero en el estudio del doctor Adolfo Bernard. Es un íntimo amigo, aquí tiene su tarjeta con la dirección. Allí redactaremos la denuncia penal, solicitando una orden de allanamiento en el consultorio de Álvez y en su departamento, usted debe suscribirla. En el mismo acto, le haremos entrega de diez mil dólares, contra su firma, ¿está de acuerdo?
—Sí —respondió ella.
—Perfecto —siguió Fernando—, tome estos cien dólares para que mañana le prepare un almuerzo especial a su madre. Y una última recomendación: no comente esto con nadie, sin excepciones, ¿comprendido? Cualquier filtración nos arruinaría el plan; piense que también está su futuro en juego. Ha sido un verdadero gusto conocerla, le aseguro que no se va a arrepentir nunca de habernos ayudado. Sabremos ser agradecidos, no lo dude...
Estela Cáceres se retiró rápidamente mirando a su alrededor; se tranquilizó al comprobar que, de las escasas personas que había en la confitería, ninguna le resultaba conocida.
Fernando llevó a Alicia hasta su casa, ambos estaban esperanzados, llenos de entusiasmo, veían una alentadora luz al final del camino. Antes de despedirse de ella, Fernando le manifestó:
—Alicia, muchas gracias por todo, Roberto se va a alegrar mucho al saber lo que estás haciendo.
—Él se merece esto y mucho más, hasta ahora sólo le he traído problemas. Lo menos que puedo hacer es tratar de solucionárselos, ¿no te parece que es mi obligación?
—¿Estás dispuesta a confesar toda la verdad ante el juez?, ¿no te importa desacreditarte?
—Nada, te soy sincera. No me importa en lo más mínimo lo que piensen los demás, sí lo que pienso yo. Ya no soporto el sentimiento de culpa, tengo que hacer algo rápido, si no, me voy a enfermar. Mabel comparte mi decisión, declarará todo sin importarle las consecuencias, nada grave puede pasarnos... Mamá tendrá que comprenderlo y, si no lo comprende, no me interesa. Cambiando de tema, decime: ¿cómo está Roberto?, ¿está saliendo con alguien?
Fernando sabía que con Rocío algo pasaba, aunque ignoraba que Roberto y ella ya habían intimado. Juzgó prudente no decir nada, no tenía sentido herir a Alicia. Por otra parte, conocía la psicología femenina y no deseaba arriesgarse a que ella cambiara de opinión. Lo más conveniente era que sus sentimientos hacia Roberto permanecieran estables. Le contestó:
—No, no sale con nadie, está muy solo, ya tendrán oportunidad de reencontrarse. Hay que esperar un poco, circunstancias más propicias, yo sé que él te quiere...
Alicia abrió la puerta del auto de Fernando y desde la calle dijo:
—Aunque no me quiera, deseo lo mejor para él, no me dores la píldora...
Se inclinó dándole un beso en la mejilla a Fernando.
—Chau —dijo ella saludándolo con su mano derecha.
—Chau... —respondió él.
Copyright © | Ricardo Ludovico Gulminelli, 1990 |
---|---|
Por el mismo autor | |
Fecha de publicación | Marzo 2001 |
Colección | Narrativas globales |
Permalink | https://badosa.com/n101-74 |
Me gustó la obra: me hizo sentir deseos de seguir leyendo página a página, no sólo por la trama, también porque me sentí identificado con su protagonista, su forma de ver las relaciones, su concepto de la mujer como compañera e igual. Hay también manifestaciones sobre determinados temas (aborto, matrimonio) que comparto y me hicieron reforzar mis propias opiniones.
Soy un asiduo lector y hacía mucho tiempo que un libro no me despertaba tantas emociones. Gracias a Badosa por publicar libros así (además gratuitos).
Creo que se trata de una novela-folletín que, en cuanto atañe a aspectos judiciales, está muy bien documentada; se nota que el autor procede de la abogacía y judicatura. En el e-mail que le envié, le dije que vale más un folletín bien relatado que novela suspirada, pero no conseguida. Salut i tenis-sala.
Como escribe de lo que entiende, se le entiende todo lo que escribe. Salut i tenis-sala.
Éste ha sido un gran libro, donde el lector se va adentrando a la vida de cada uno de los personajes, es un libro bien documentado en cada uno de los temas a los que se refiere. Debo felicitar a Badosa.com por brindarnos este servicio.
Mi opinión es que es una historia excelente. Me atrapó verdaderamente leer el libro, me enseñó, comprendí lo complejo que puede ser un tema que parece tan simple. Es un orgullo tener académicos de tan alto estirpe, espero que el Dr. Ricardo Gulminelli haga otras obras tan interesantes como es Fecundación fraudulenta.
Es un libro muy interesante, muy bien planteado, que lo atrapa en su lectura de principio a fin. Lo recomiendo ampliamente.
Wonderful. I think that the story is fascinating, the situacion is provocative, and the end is surprising. Congratulations. It's a fantastic book. I'm so happy to have found it.
In my opinion, Ricardo Ludovico Gulminelli is an excellent writer... I'm from Miami Beach (Florida) and I have been studying Spanish since 1999 and I'm very happy indeed that I had the opportunity to be able to read this wonderful book. I know that I liked it because he described everything so well, as if he had lived it, and I felt very identificated. I hope to read more materials from Ricardo Ludovico Gulminelli. Thank you!
I fell in love after reading the description of the character Roberto Burán of Fraudulent Fertilisation (Episode 11). The man I am currently dating is so much like him... except, he's not an Attorney. I work with Attorneys. I'm a legal assistant... and I think Attorneys are so fascinating!
Inquietante la secretaria, se llama Estela, como mi hermana ídem de un médico... Un saludo Ricardo,
Un libro que atrapa, una historia plausible, muy bien tratado el tema, mis felicitaciones para el Dr Ricardo Gulminelli.
Además de opinar sobre esta obra, también puede incorporar una fotografía (o más de una) a esta página en tres sencillos pasos:
Busque una fotografía relacionada con este texto en Flickr y allí agregue la siguiente etiqueta: (etiqueta de máquina)
Para poder asociar etiquetas a fotografías es preciso que sea miembro de Flickr (no se preocupe, el servicio básico es gratuito).
Le recomendamos que elija fotografías tomadas por usted o del Patrimonio público. En el caso de otras fotografías, es posible que sean precisos privilegios especiales para poder etiquetarlas. Por favor, si la fotografía no es suya ni pertenece al Patrimonio público, pida permiso al autor o compruebe que la licencia autoriza este uso.
Una vez haya etiquetado en Flickr la fotografía de su elección, compruebe que la nueva etiqueta está públicamente disponible (puede tardar unos minutos) presionando el siguiente enlace hasta que aparezca su fotografía: mostrar fotografías
Aunque en Badosa.com no aparece la identidad de las personas que han incorporado fotografías, la ilustración de obras no es anónima (las etiquetas están asociadas al usuario de Flickr que las agregó). Badosa.com se reserva el derecho de eliminar aquellas fotografías que considere inapropiadas. Si detecta una fotografía que no ilustra adecuadamente la obra o cuya licencia no permite este uso, hágasnoslo saber.
Si (por ejemplo, probando el servicio) ha añadido una fotografía que en realidad no está relacionada con esta obra, puede eliminarla borrando en Flickr la etiqueta que añadió (paso 1). Verifique que esa eliminación ya es pública (paso 2) y luego pulse el botón del paso 3 para actualizar esta página.
Badosa.com muestra un máximo de 10 fotografías por obra.