—Sí, gracias —dijo Burán. Y explicó—: Doctora Bisson, doctora Fernández, ustedes me conocen como profesional, tengo una trayectoria de casi veintisiete años en este foro. Me toca hoy la desgracia de estar personalmente involucrado. No he guardado una línea de conducta durante tanto tiempo para arrojarla absurdamente por la borda. Voy a ser muy sintético en mi formulación. Me reservaré los detalles para el momento de contestar la demanda. De esta manera, estoy resguardando mi derecho a defenderme adecuadamente. Pero adelantaré la sustancia de mi pensamiento, diciendo la verdad: jamás, entiéndase bien, ¡jamás!, tuve relaciones sexuales con la señora Juana Artigas. Queda claro por lo tanto un primer punto, no tuve voluntad de engendrar un hijo con ella, ni seguí una conducta que lógicamente pudiera provocar tal resultado.
—¡Bien! —interrumpió Allegri—, aceptará entonces someterse a pericias biológicas, ¿no?, ¡veremos quién miente!
—Perdón, señora juez —dijo Rocío—, el colega está interrumpiendo al doctor Burán. Esto, no solamente es una falta de respeto, sino que se está quebrantando también el esquema que Vuestra Señoría fijara. Si se nos obligó a expresarnos, ¿no tenemos derecho a impedir que se limite nuestra exposición?
—Es correcto —dijo la doctora Bisson—. Le pido, doctor Allegri, que se abstenga de inmiscuirse en la declaración de la parte demandada, ¿está claro?
—Sí, disculpe, Señora Jueza —contestó Allegri.
—Prosiga, doctor Burán —ordenó la magistrada.
—Gracias, doctora... Había dicho que nunca tuve relaciones íntimas con la señora Artigas, pero el caso es complejo, inusitado. Lo voy a decir con todas las letras: pienso que ella fue fecundada artificialmente con mi semen. Mis espermatozoides fueron obtenidos fraudulentamente por la señora Artigas, con la colaboración de un cómplice.
Luego de esta manifestación, todos quedaron en silencio, nadie sabía qué decir... Allegri reaccionó violentamente, vociferando:
—¡Esto es una bajeza! ¡No puedo permitirle que diga eso! ¡Está ofendiendo a la señora! ¡Pido sanciones al tribunal!
—Somos concientes de la gravedad de los dichos del doctor Burán —se apresuró a manifestar Rocío—, sabemos que estamos imputando un delito a la actora y que es altamente improbable que podamos probarlo. Pero la obligación de mi parte es ser fiel a la verdad, más en un caso como el que nos ocupa. Comprenderá Vuestra Señoría, que el doctor Burán no tiene por qué estar obligado como padre, cuando no ha actuado voluntariamente en la procreación del hijo de la señora Artigas. Aun cuando existiera un nexo biológico, no habría acto voluntario: no actuó con discernimiento, ni intención, ni libertad.
Allegri, alterado, interrumpió a Rocío.
—¡Queda claro cuál es la finalidad de Burán!, ¡pretende no hacerse responsable del bebé! Es absurda esta posición, propia de una película de ciencia ficción. Dejo acotado que tendrá que probar cada uno de los hechos que invoca. No debería admitirse que una de las partes hable con tanta liberalidad de temas tan delicados. Se está acusando a mi clienta de un delito muy grave. Aclaro que promoveré una acción por calumnias contra el doctor Burán.
La asesora de incapaces apoyó las palabras de Allegri, diciendo:
—Mire, doctor Burán, mientras usted no demuestre sus dichos, nos atendremos a las evidencias actuales. Por lo que usted mismo dice, reconoce que muy probablemente exista un nexo biológico con el niño, ¿es eso cierto?
—Lo es —dijo Roberto.
La doctora Bisson interfirió:
—Entonces usted comprenderá... Si se demuestra que el chico es genéticamente suyo, la ley lo considerará padre.
—Y a criterio de la asesoría, haya o no voluntad —agregó la doctora Fernández.
Anticipaba ya su opinión, como siempre, favorable al niño.
—Sin meternos en ese campo tan complejo —acotó la juez—, dígame, doctora Bareilles, ¿piensan insistir en este planteo?
—¡¿Se da cuenta, señora juez?! —dijo Allegri elevando la voz—, ¿comprende cómo nuestra postura es la correcta? No quiere alimentar al bebé, ni reconocerlo; está tratando de eludir sus obligaciones.
—Nada más equivocado —dijo Rocío—. Por el contrario, queremos deslindar bien los campos. Deseamos averiguar si biológicamente nuestro cliente es o no padre del niño. Si se demostrara que lo es, el doctor Burán expresamente asumiría todas las obligaciones derivadas de la paternidad. Abonaría una cuota alimentaria, se ocuparía de asistir al menor, de educarlo, y de tratarlo como hijo. Esto último, comportaría visitarlo, participar en su formación. Demostramos con esta actitud la falsedad de las afirmaciones de la contraparte.
Allegri se puso pálido; imprevistamente, Burán había pasado a ser el personaje bueno de la escena. No supo qué decir...
Rocío volvió a manifestarse:
—Señora juez, señora asesora, deseamos manifestarles con estos actos que el doctor Burán no intenta desconocer al niño caprichosamente. Sabe que ha sido víctima de una maniobra delictuosa que difícilmente podrá ser probada... Mi cliente ha dado prevalecencia a su condición de «posible» padre. Como tal, su interés prioritario es el del menor. En este sentido, queremos expresar que no existirán puntos de colisión con la doctora Fernández. Es fundamental que se comprenda nuestra idea, porque a partir de ella se interpretará nuestra conducta.
La jueza preguntó.
—¿Qué es concretamente lo que persigue su cliente?
—Proteger a su hijo —respondió Rocío—, si realmente lo fuera. Mi mandante no puede admitir que el niño quede bajo la patria potestad de su madre. Ella le causaría un perjuicio irreparable; ha realizado esta maquinación para sacarle dinero a mi cliente, no le importó su chico. Como verá, señora juez, puede ser capaz de hacer cualquier cosa.
Allegri tronó:
—¡Si esto sigue así, nos retiraremos de la sala!, ¡no puedo seguir tolerándolo!
Copyright © | Ricardo Ludovico Gulminelli, 1990 |
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Por el mismo autor | |
Fecha de publicación | Marzo 2001 |
Colección | Narrativas globales |
Permalink | https://badosa.com/n101-67 |
Me gustó la obra: me hizo sentir deseos de seguir leyendo página a página, no sólo por la trama, también porque me sentí identificado con su protagonista, su forma de ver las relaciones, su concepto de la mujer como compañera e igual. Hay también manifestaciones sobre determinados temas (aborto, matrimonio) que comparto y me hicieron reforzar mis propias opiniones.
Soy un asiduo lector y hacía mucho tiempo que un libro no me despertaba tantas emociones. Gracias a Badosa por publicar libros así (además gratuitos).
Creo que se trata de una novela-folletín que, en cuanto atañe a aspectos judiciales, está muy bien documentada; se nota que el autor procede de la abogacía y judicatura. En el e-mail que le envié, le dije que vale más un folletín bien relatado que novela suspirada, pero no conseguida. Salut i tenis-sala.
Como escribe de lo que entiende, se le entiende todo lo que escribe. Salut i tenis-sala.
Éste ha sido un gran libro, donde el lector se va adentrando a la vida de cada uno de los personajes, es un libro bien documentado en cada uno de los temas a los que se refiere. Debo felicitar a Badosa.com por brindarnos este servicio.
Mi opinión es que es una historia excelente. Me atrapó verdaderamente leer el libro, me enseñó, comprendí lo complejo que puede ser un tema que parece tan simple. Es un orgullo tener académicos de tan alto estirpe, espero que el Dr. Ricardo Gulminelli haga otras obras tan interesantes como es Fecundación fraudulenta.
Es un libro muy interesante, muy bien planteado, que lo atrapa en su lectura de principio a fin. Lo recomiendo ampliamente.
Wonderful. I think that the story is fascinating, the situacion is provocative, and the end is surprising. Congratulations. It's a fantastic book. I'm so happy to have found it.
In my opinion, Ricardo Ludovico Gulminelli is an excellent writer... I'm from Miami Beach (Florida) and I have been studying Spanish since 1999 and I'm very happy indeed that I had the opportunity to be able to read this wonderful book. I know that I liked it because he described everything so well, as if he had lived it, and I felt very identificated. I hope to read more materials from Ricardo Ludovico Gulminelli. Thank you!
I fell in love after reading the description of the character Roberto Burán of Fraudulent Fertilisation (Episode 11). The man I am currently dating is so much like him... except, he's not an Attorney. I work with Attorneys. I'm a legal assistant... and I think Attorneys are so fascinating!
Inquietante la secretaria, se llama Estela, como mi hermana ídem de un médico... Un saludo Ricardo,
Un libro que atrapa, una historia plausible, muy bien tratado el tema, mis felicitaciones para el Dr Ricardo Gulminelli.
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