—Hemos tenido suerte, Roberto, desde nuestro reencuentro, la vida no nos ha dado más que premios. ¿Cuántos días luminosos hemos vivido?, ¿cuántas mágicas noches? Sólo por eso, ya estaría agradecida, ¿estás de acuerdo?
—Totalmente, querida —dijo él.
—Me alegro, creo que los dos valoramos la importancia de nuestra relación, ¿no te parece?
—Si no supiera apreciar lo nuestro, sería un pobre tipo, es maravilloso poder confesarse, pensar en voz alta. Es lo que puedo hacer cuando estoy con vos.
Estaban muy abrigados mirando el mar, el frío viento marino les golpeaba el rostro, desde el cabo de Waikiki, admiraban la enorme bahía de Punta Mogotes. Las olas blanqueaban la solitaria costa, una densa bruma invadía las playas, se amaban, eran felices.
«Si él supiera la verdad», pensó Alicia, «qué terrible sería. Jamás podría creerme, ni perdonarme. Es lo único que ignora, que lo traicioné. Le he contado toda mi vida, todos mis secretos, hasta los mínimos detalles. Conoce mis romances, mis desengaños, mis alegrías. Quizás debí contarle antes lo de Álvez, ahora no me atrevo, de todos modos nunca se enterará de lo que pasó, el semen no fue utilizado siquiera. Debo olvidarme de lo que sucedió, ya no tiene sentido que me torture recordando.»
—¿Te das cuenta, chiquita? —dijo Roberto interrumpiendo sus pensamientos—, han pasado casi cinco meses. Sin darnos cuenta, creo que nos fuimos enamorando, yo siento que te quiero profundamente.
—Yo también, querido; cuando estoy con vos me siento de fiesta, es hermoso que los dos tengamos la sonrisa a flor de los labios, como si nos animara una gran emoción. Es lindo vivir así...
—El amor fortalece, Alicia, gracias a nuestra relación hemos escapado de la soledad, del sentimiento trágico de la vida. Mientras dure, ¡bienvenido sea! A veces me siento invulnerable y vos me atraes ahora más que antes.
—Para mí es igual, siento lo mismo, nuestro vínculo es ahora más sólido. Nos comprendemos, nos conocemos mejor, es por eso que me atrevo a pedirte algo... Necesito tu ayuda, Roberto, Mabel está muy mal.
—¿Todavía no superó lo del aborto?
—No. Está cada día peor, no sé qué hacer. Ha tratado de suicidarse, lo volverá a intentar. Estoy desesperada, no sé como evitarlo, ella está como loca; se flagela espiritualmente, no tiene paz. Duerme pésimamente, no come, ya está al borde de la inanición. Los médicos no saben qué hacer, me recomendaron que la lleve a un psiquiatra.
—¿Necesitás apoyo económico?, no te hagas problemas, contá conmigo. La enviaremos a un buen especialista.
—No sé, conociendo a Mabel creo que no será tan fácil. Pienso que necesitaría algo más cálido, alguna mano amiga, ¿no se te ocurre nada?
—A ver, esperá. ¡Sí!, creo que sí, Carlos Stelli. Un buen amigo mío. Es un hombre sensible, lleno de afecto, hondamente humano. Toda su vida hizo legrados, hasta hace poco, eso le ha dejado bastantes cicatrices en su carácter. Nadie más indicado que él, para esclarecerle el panorama a tu hermanita. Lo llamaré mañana mismo, ¿estás de acuerdo?
—Por supuesto, querido, te lo agradezco enormemente. La idea del suicidio se ha convertido para Mabel en una obsesión, muy peligrosa por cierto.
Copyright © | Ricardo Ludovico Gulminelli, 1990 |
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Por el mismo autor | |
Fecha de publicación | Diciembre 2000 |
Colección | Narrativas globales |
Permalink | https://badosa.com/n101-29 |
Me gustó la obra: me hizo sentir deseos de seguir leyendo página a página, no sólo por la trama, también porque me sentí identificado con su protagonista, su forma de ver las relaciones, su concepto de la mujer como compañera e igual. Hay también manifestaciones sobre determinados temas (aborto, matrimonio) que comparto y me hicieron reforzar mis propias opiniones.
Soy un asiduo lector y hacía mucho tiempo que un libro no me despertaba tantas emociones. Gracias a Badosa por publicar libros así (además gratuitos).
Creo que se trata de una novela-folletín que, en cuanto atañe a aspectos judiciales, está muy bien documentada; se nota que el autor procede de la abogacía y judicatura. En el e-mail que le envié, le dije que vale más un folletín bien relatado que novela suspirada, pero no conseguida. Salut i tenis-sala.
Como escribe de lo que entiende, se le entiende todo lo que escribe. Salut i tenis-sala.
Éste ha sido un gran libro, donde el lector se va adentrando a la vida de cada uno de los personajes, es un libro bien documentado en cada uno de los temas a los que se refiere. Debo felicitar a Badosa.com por brindarnos este servicio.
Mi opinión es que es una historia excelente. Me atrapó verdaderamente leer el libro, me enseñó, comprendí lo complejo que puede ser un tema que parece tan simple. Es un orgullo tener académicos de tan alto estirpe, espero que el Dr. Ricardo Gulminelli haga otras obras tan interesantes como es Fecundación fraudulenta.
Es un libro muy interesante, muy bien planteado, que lo atrapa en su lectura de principio a fin. Lo recomiendo ampliamente.
Wonderful. I think that the story is fascinating, the situacion is provocative, and the end is surprising. Congratulations. It's a fantastic book. I'm so happy to have found it.
In my opinion, Ricardo Ludovico Gulminelli is an excellent writer... I'm from Miami Beach (Florida) and I have been studying Spanish since 1999 and I'm very happy indeed that I had the opportunity to be able to read this wonderful book. I know that I liked it because he described everything so well, as if he had lived it, and I felt very identificated. I hope to read more materials from Ricardo Ludovico Gulminelli. Thank you!
I fell in love after reading the description of the character Roberto Burán of Fraudulent Fertilisation (Episode 11). The man I am currently dating is so much like him... except, he's not an Attorney. I work with Attorneys. I'm a legal assistant... and I think Attorneys are so fascinating!
Inquietante la secretaria, se llama Estela, como mi hermana ídem de un médico... Un saludo Ricardo,
Un libro que atrapa, una historia plausible, muy bien tratado el tema, mis felicitaciones para el Dr Ricardo Gulminelli.
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