Un relato histórico de Carlos García Santos acerca de un guardián con una secreta ambición.
«Ya se ve en lontananza, por el este, la primera luz del sol. Ya era hora, la madrugada ha sido bastante fresca, pese a hallarnos ya a principios de verano. Varias veces, desde que ha empezado mi guardia al toque de maitines de los monjes de la abadía, he tenido que golpear los pies contra el suelo para que entraran en calor...»
Claves: castillo, condado, cabeza
Cada uno en su lugar
Carlos García Santos hace una buena e informada descripción de la época feudal, pero me parece que la alarga demasiado como si fuera el tema del cuento, cuando en verdad es la ambición. La misma que se va a gestar en otro soldado a quien mata, para evitar la repetición de sus propios actos. "A quien hierro mata a hierro muere", y él lo evita justamente matando.
Livia Felce
Cada uno en su lugar
¡Muy buena! ¿Tienen más cuentos del mismo autor? ¡Me gustaría mucho acceder a ellos!
Adriana
Cada uno en su lugar
Siento como un soplo de aire fresco en narraciones como ésta. Una historia original ambientada en el pasado, alejada de las cada día más frecuentes de amor, dolor, costumbre y familia. Buen vocabulario, ideas claras, bien trazado.
Cristian Rubio
Cada uno en su lugar
Interesante relato que puede adjetivarse como "realismo introspectivo" en un estilo que adolece de cierto barroquismo pero que no le hace perder agilidad ni cierto suspense. Recomendable para el comentario en ámbitos educativos. Esperamos nuevos relatos del autor.
Anónimo