Un cuento tanguero con estampa japonesa del siglo XVIII, por Inés Legarreta.
«Allí mismo, en el cuidado jardín de la residencia, Roberto Cánovas y su pareja, Analía Méndez, habían ofrecido hacía minutos una exhibición de tango para agasajar al nuevo embajador y su esposa. En ese ambiente protocolar, el baile había adquirido, sin buscarlo, rango de ceremonia y de alguna manera algo de esa solemnidad se le había contagiado a Roberto; por lo general simpático y dicharachero, ahora caminaba en silencio y un poco apartado de los demás...»
Claves: tango, mujer, cuadro
Juego cómplice con un espejo
En este cuento Inés Legarreta vuelve a mostrar, una vez más, su dominio de la técnica narrativa: con una magistral precisión, va aceitando el engranaje de la acción, la caracterización de los personajes, el ambiente, sin que falte ni sobre nada en el discurso. Otro cuento más que logrado de esta consagrada escritora chivilcoyana.
Zulma Zubillaga
Juego cómplice con un espejo
Bailo tango y el cuento me encantó. Además, el tema de la estampa japonesa es muy original.
Silvia
Juego cómplice con un espejo
Me gustó el cuento. La trama nos lleva muy bien al final aunque por momentos el relato es ambiguo.
Josefina
Interiores es una colección de cuentos introspectivos en castellano. Todo cuanto sucede, sucede en mí.
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