Amigo Xavier: aguda reflexión sin desperdicio. La comparto hasta el punto de afirmar que, desde que nos dejaron de la mano, el desastre se barrunta de lejos, derivando en una especie que no tiene remedio. Pero Dios no tiene la culpa de que su criatura mimada haya degenerado en un (salvo escepciones) monstruo que se autodestruye por ineptitud manifiesta. Te invito a dar una vuelta por www.lascosasdechurruca.com, donde aporto material de primera mano al respecto de lo descrito en las Escrituras, que está dando que hablar por lo que desvela. Espero te sirva de algo. Un saludo.