Me sacudió el poder de síntesis de Albanece para expresar tanta desazón y tristeza. El mensaje es contundente, hasta cruel. No apto para los que hayan perdido las esperanzas en esta vida, pero imprescindible para aquellos que estan dudando.
Qué puedo decir, simplemente bravo. No sé qué expresar, te deja sin aliento; realmente sientes lo que el escritor está relatando, es cruda y dura pero impactante.
Leí Cuando ya no hay nada que hacer mientras navegaba distraídamente buscando algo realmente triste. Es curioso que el poema que reside en el relato creo haberlo leído hace tiempo cuando estudiaba. Si tienen algo más de este autor, por favor publíquenlo y háganmelo saber. Gracias,
Es una pieza que tiene encanto, un suspenso bien dosificado y un final más humano (quince años) que literario, pero que armoniza con la historia, aunque deje una herida filosa. Lo saludo, es un buen comienzo para un próximo profesor en letras que además escriba.
Gustavo nos regala una historia de una sencillez retórica exquisita. Felicitaciones de parte de un lector venezolano exiliado de su bello país.
Me conmueve la historia, también yo escribo para alguien... ojalá llegue a tiempo. Gracias Gustavo,
Este autor se las trae... Pónganle un ojo: en cuanto un editor lo descubra tendremos una nueva figura de la literatura hispánica...
Indubitable: la ratio decidendi del relato reside en ser una paráfrasis constructiva, y lograda, de El túnel de Sábato.
Lo leí. Me gustó, me atrapó. Lo único que no entendí es esto: "músicos que componen canciones sobre músicos". Quiera alguien explicármelo. Gracias.
¡Simplemente, bravo Gustavo!
Simplemente cuando te dejes llevar por la expresión que encierra tu identidad se revelará la verdadera esencia de tu existencia... Difrutí de tu arte... Espero que sólo sea parte de tu imaginacion y no de tu historia; sería muy triste...
Eres bueno, no sé hace cuánto lo escribiste pero al hacerlo, tal como el cuento, lo hiciste con el corazón... Viejo sigue por el rumbo, detente para admirar y criticar tus obras, fijad bien que repetitivo sos, mas el final contundente.
El ardor de la intuición me llevó a este escrito, ahora siento que siento de nueva cuenta. Gracias.